Contabilidad para Rapaces Capítulo 2. Entre frailes anda el juego

Cuando era pequeño me encantaban los libros de la colección de El Barco de Vapor. Eran libros infantiles muy bien escritos y fáciles de leer. 

De entre todos, mi favorito era “Fray Perico y su borrico”, que contaba las aventuras de un fraile rechoncho y simpático en un convento en Salamanca. Me reí mucho leyéndolo y lo hice varias veces durante mi infancia. 

Además, tuve la suerte de que el escritor de este libro, Juan Muñoz, era mi vecino de abajo y a veces me regalaba cuentos que había escrito y no había publicado. 

Un día que bajé a su casa a que me firmara un ejemplar de “Fray Perico”, Juan me puso sobre la pista de otro franciscano ilustre, que seguramente puede ser recordado como uno de los monjes más listo de la historia. 

Fue un monje que vivió a mediados del siglo XV en la República Veneciana de nombre Luca Pacioli. 

Pacioli fue además de monje, un hombre del Renacimiento, estudioso y versado en muchas disciplinas. 

Estudió matemáticas, aritmética, arquitectura o astronomía entre muchas cosas. Fue compañero de ajedrez del mismísimo Leonardo Da Vinci y ayudó al arquitecto Vitruvio en algunas de sus obras.
Pero a Luca lo que le interesaba sobre todo eran las “proporciones”. Fruto de observar a los mercaderes venecianos, se dió cuenta que la mejor forma de llevar las finanzas para ellos era usar sistemas que recogieran datos de forma proporcional.

Por eso animó a los contables de la época a utilizar un sistema llamado de “partida doble”. Si bien no lo inventó él, sí que lo popularizó como un sistema eficaz. 

Y a decir verdad que lo era, porque era tan eficaz que ha llegado hasta nuestros días y si hoy hablamos de las Normas Internacionales de Información Financiera o NIIF es gracias a su labor casi seis siglos antes. 

A Luca Pacioli se le considera “el padre de la contabilidad” por popularizar las reglas básicas de la “partida doble” que han llegado a nuestros días y que se resumen en:

• No hay deudor sin acreedor, ni acreedor sin deudor.
• El que recibe es deudor y el que entrega es acreedor. 
• Todo lo que tengo debe ser igual a todo lo que debo 
• Lo que tengo se carga o anota en el DEBE y lo que debo se abona o anota en el HABER.

Plantear la recogida de información desde esta doble perspectiva es muy útil para cualquier negocio, ya que nos da una idea general de lo que la empresa tiene y de lo que debe.

Y de aquí surge la primera herramienta contable que debemos conocer.

El Balance de Situación de una empresa

Bajo este planteamiento estamos en condiciones de conocer la primera herramienta que nos presenta nuestro amigo franciscano:

• El Balance de Situación de la empresa, a saber: 

• Representa lo que la empresa tiene y debe en un momento determinado. 
• Por una parte, la empresa puede tener: bienes y derechos
• Por otra parte, la empresa puede deber: las deudas con terceros o el patrimonio de sus socios.
• Recuerda que lo que tengo es igual a lo que debo

Por tanto, el Activo es igual al Patrimonio Neto más el Pasivo.

ACTIVO	PATRIMONIO NETO + PASIVO
BIENES Y DERECHOS DE LA EMPRESA	OBLIGACIONES

Descomponiendo el Balance de Situación

Para entender las partes de un Balance de Situación, el monje Pacioli le pasa el testigo a nuestro querido Fray Perico, y vamos a imaginar como ejemplo cómo sería el Balance de Situación de su monasterio de Salamanca. ¿No te pica la curiosidad?

¿Cómo se colocan en el Activo los elementos que lo componen?:

El criterio de liquidez

Si comenzamos con nuestro ejemplo, por un lado los monjes tendrían en el ACTIVO, todos los bienes y derechos del monasterio, ordenados según la liquidez del mismo, de menos a más líquidos. 

Esto quiere decir que van primero aquellos bienes que no se pueden convertir en dinero fácilmente y después los que se convertían en dinero más fácilmente . 

• Fray Perico contabilizaría primero el edificio del monasterio, por el valor que tiene, que ningún monje desea que sea vendido nunca, pero que forma parte del activo como inmovilizado material. 

• Luego contabilizaría, los dulces que elabora el monasterio y que están en el almacén listos para ser vendidos. Pero aún no son dinero contante y sonante aunque se espera que en breve lo sea. 

• Y por último, contabilizaría un depósito bancario que tiene el monasterio en el Banco Espíritu  Santo y que se puede convertir en dinero fácilmente si los monjes solicitan su devolución.

Así hemos visto de forma sencilla, cómo se colocan en el activo los elementos que lo componen. 

Pues basándose en esta forma de colocarlos, Fray Perico señalaría dos grandes grupos dentro del Activo, para no liarse:

1. Activo No corriente: aquellos elementos que no se van a convertir en dinero en menos de un año, por ejemplo el edificio del monasterio, que se conoce en la jerga contable como “Inmovilizado”. El inmovilizado se subdivide a su vez en varios grupos:
   • Inmovilizado Material: las cosas físicas como puede ser el edificio del monasterio o la furgoneta que usan para repartir los dulces.
   • Inmovilizado Intangible: aquellos bienes y derechos que no se pueden tocar, no son físicos, como por ejemplo la patente de los dulces del monasterio o el dominio de internet donde venden sus dulces online.
   • Inmovilizado financiero: son entregas de dinero hechas por el monasterio y que se esperan recuperar a largo plazo. Por ejemplo una fianza de un local o el dinero prestado a otro monasterio de la comunidad.
2. Activo Corriente: aquellos elementos que se van a convertir en dinero antes de un año, por tanto contamos con ellos para pagar deudas a corto plazo. Por ejemplo dinero puesto en una cuenta corriente a nombre del monasterio. 
   1. El activo corriente se subdivide a su vez en varios grupos:
      • Existencias: son las mercancías que permanecen en el almacén, como los dulces del monasterio, antes de que sean vendidos. 
      • Activo Realizable: aquello que se va a convertir en dinero en poco tiempo pero que no lo tenemos aún a mano, como el dinero que nos adeudan los clientes, o acciones o fondos de inversión a corto plazo.
      • Activo Disponible: es el dinero líquido que dispone el monasterio, lo que hay en los banco y en el cepillo de misa en metálico.

¿Cómo se colocan en el Patrimonio Neto y Pasivo los elementos que lo componen?

El criterio de exigibilidad

Por otro lado, y siguiendo el ejemplo del monasterio de Fray Perico, los monjes tendrían en el PATRIMONIO NETO + PASIVO, todas sus deudas y sus obligaciones, ordenados según la exigibilidad de las mismas.

Esto quiere decir que van primero aquellas deudas que se puedan pagar más tarde y posteriormente aquellas deudas que vayan a vencer antes.

• Fray Perico contabilizaría primero las obligaciones que tiene el monasterio con sus monjes, esto es el capital social de cualquier empresa, el dinero que ponen los socios para echar a andar el negocio.
• Luego contabilizaría, aquellas deudas que tiene con terceros, como el préstamo que le dio el banco al monasterio para comprar el horno para hacer los dulces que venden. 
• Y por último, contabilizaría las obligaciones que tiene que pagar el monasterio en menos de doce meses, como pagar a los proveedores de harina, la factura de la luz, etc.

Así hemos visto de forma sencilla, cómo se colocan en el Patrimonio Neto y Pasivo los elementos que lo componen. 

Pues basándose en esta forma de colocarlos en función de la exigibilidad, Fray Perico decide hacer tres grandes grupos dentro del Patrimonio Neto y Pasivo, para no liarse:

1. Recursos Propios: también llamado patrimonio neto propiamente dicho. Son las obligaciones que la empresa tiene con sus socios, en nuestro ejemplo serían las aportaciones de los monjes a su comunidad.  Dentro de los recursos propios distinguimos:
   • Capital: lo forma el dinero aportado por los socios en la constitución de la sociedad y en las ampliaciones posteriores. 
   • Reservas: lo forma el dinero que queda en la sociedad sin ser repartido entre los socios como dividendos.
   • Resultados: lo forma el resultado positivo o negativo arrojado por la empresa a final de año.
2. Recursos Ajenos: son aquellas deudas que tiene la empresa con terceros, en nuestro ejemplo serían las deudas del monasterio con proveedores acreedores diversos. Los recursos ajenos se subdividen en:
   • Pasivo No corriente: son las deudas a largo plazo del monasterio, las que nos preocupan a más de un año vista.
   • Pasivo Corriente: son las deudas a corto plazo del monasterio, las que nos preocupan a menos de un año vista, también se le llama pasivo circulante y debemos de vigilarlo bien.

Resumiendo

Si has llegado hasta aquí sin perderte tiene mucho mérito y estás en el camino.

Por lo que he decidido premiarte con un pequeño resumen visual de lo que hemos visto hasta ahora.

Bienes y derechos que tiene la empresa	ACTIVO
No se hacen dinero en el próximo año	Activo no Corriente
Se hacen dinero antes de un año o ya lo son	Activo Corriente

Obligaciones que tiene la empresa	PATRIMONIO NETO + PASIVO
No lo podemos exigir porque lo aportan los socios	Patrimonio Neto
Deudas exigibles a más de un año vista	Pasivo No Corriente
Deudas exigibles a menos de un año vista	Pasivo Corriente

Espero que con este ejemplo, esto dos monjes ilustres te hayan podido enseñar y llevar a entender qué es el Balance de Situación de una empresa y hayamos podido aportar conocimiento nuevo a tu equipaje de emprendedor. 

Si te perdiste el primer capítulo de la serie “Contabilidad para Rapaces”, te invito a que vayas a mi blog y lo releas. Espero ir cumpliendo los plazos y completar una nueva entrega cada semana.

¡NOS VEMOS PRONTO!